Turismo – SANTUARIO DE CONSOLACIÓN

Patrimonio natural y patrimonio histórico

El Sitio y Santuario de Consolación se encuentra en el término municipal de Iniesta, enclavado en los confines de la meseta castellana, en depresión hacia Valencia, dentro de la comarca conquense de La Manchuela. Cuenta con 70 Has. de bosque frondoso en el que predomina el pino mediterráneo y el matorral autóctono (romeros, espliegos, coscojas, enebros, madroños, etc.) Se encuentra cercano a pueblos como Villalpardo, Villarta, El Herrumblar, Minglanilla, etc. Su terreno, abundante en piedra caliza, favorece la fluidez de aguas en fuentes y manantiales que aparecen por doquier y vierten a la Rambla de Consolación.           Desde Iniesta hasta el Sitio de Consolación existe un camino que la tradición ha dado en conocer como el Camino de la Virgen por ser aquél por donde transcurre la Romería. La ubicación del Santuario, entre pinos y nacientes de agua, hacen del Sitio de Consolación un paraje de extraordinaria belleza natural que se dibuja en un paisaje virgen de elevado interés medioambiental y de gran atracción turística.

El patrimonio edificado que ofrece el Sitio de Consolación le otorga al mismo una impronta histórica, artística, espiritual y arquitectónica, llena, a su vez, de tradiciones seculares. El santuario (1765) es una construcción en planta salón de una sola nave y crucero, con camarín adosado al prebisterio. La cobertura de la nave, el crucero y el ábside se hace con bóveda de medio cañón con lunetos, y en el crucero lleva una cúpula sobre pechinas, al igual que el camarín. Tiene una espadaña sobre la entrada principal donde se encuentra una campana. Destacan las pinturas de sus paredes, un conjunto iconográfico de conocimientos bíblicos; las esculturas de su retablo mayor y las del camarín; y el retablo mayor, de gran belleza barroca.

Junto al Santuario destaca la Hospedería (1710), de planta cuadrada con patio central porticado al que dan todos los habitáculos. El patio interior se muestra sobrio con sus doce arcos de medio punto sobre ocho pilares de planta cuadrada y cuatro machones en las esquinas, todo ello en piedra sillar. Otras edificaciones, éstas ya con muchos matices de arquitectura tradicional, son: la Fuente de la Perlica, la Placeta, la Casa Sevilla, los Corredores, la Casa del Mayordomo y la Casa de la Perlica. También hay un viejo lavadero y una zona de cuadras, de gran interés y valor etnográfico.

 

Romería y fiesta de la Virgen de Consolación: fiesta declarada de interés turístico regional de Castilla-La Mancha

Si hay algo que identifica mejor la tradicional Romería de la Virgen de Consolación es su carácter festivo a lo largo de toda una jornada y la adhesión, de manera espontánea, de cientos de romeros y fieles devotos a esta imagen mariana, venidos de la mayor parte de los pueblos de la comarca de La Manchuela. No en vano fue declarada Fiesta de Interés Turístico Regional de Castilla La Mancha en mayo de 2008. Estamos hablando de una manifestación religioso-profana popular que atrae todos los años a miles de personas dispuestas a vitorear a su Virgen, a tocarla, a pedirle concesiones, a agradecer sus favores, a cubrirla de flores, a ofrecerle exvotos, o a encenderle una humilde vela. Es fiesta mayor en Iniesta y la fiesta por antonomasia de La Manchuela. La romería sale a las seis de la madrugada de la iglesia parroquial de Iniesta, hace un alto en el camino en el Humilladero de Villarta, donde los romeros reponen fuerzas y hacen un pequeño descanso y llega al Santuario en torno a las nueve y media. En Consolación las gentes disfrutan agradablemente de la naturaleza, rezan a su Virgen, se encuentran con amigos y conocidos que sólo se ven ese día, comen con sus familias bajo los pinos, beben vino, cantan coplas antiguas, bailan si es menester, hay quien busca en la tradicional feria de la Virgen lo que no encontrará en otro lugar (todavía se venden horcas y garrotes, por ejemplo), los hay también que compran medallas de la Virgen (viejos amuletos de religiosidad popular), los jóvenes refrescan sus cuerpos vigorosos con aguas de las fuentes benditas, y surgen nuevos noviazgos y amistades, y las relaciones humanas se engrandecen en torno a la tradición de una fiesta secular.

En definitiva, la fiesta en honor a Nuestra Señora de Consolación supone cíclicamente una revisión actualizada e identificativa de un tiempo, unas gentes y una tradición secular; todo en Consolación hace de este día una fiesta viva, nacida del sentimiento popular de un pueblo que se reconoce y se identifica en ella y que, por supuesto, está dispuesto a mantener su tradición más sentida y arraigada, como legado patrimonial agradecido a nuestros mayores que debe transmitirse a las generaciones futuras.

 

Devoción popular por la Virgen de Consolación

Existe, como no podía ser de otra manera, un origen legendario del Santuario por el que, según la tradición, la Virgen se habría aparecido a un pastor en una higuera, que hasta hace pocos años se podía ver en el altar del Camarín, y le ordenó que dijera a todos los fieles que allí es donde quería que se levantara una ermita en su honor.

Sean como fueren sus orígenes devocionales, lo cierto es que en Iniesta y su comarca, desde los primeros tiempos en los que se conoce la devoción por la Santísima Virgen, los fieles devotos comenzaron a dar pruebas manifiestas de haber recibido algún beneficio o favor de la Virgen, denominada por todos como Virgen Milagrosa. Esto dio como resultado el ofrecimiento en forma de ofrendas y exvotos de todo tipo (trajes de novia, de cristianar, de comunión, brazos y pies de cera, objetos personales, etc.), lo que motivó la creación o uso de una sala dedicada a los exvotos de los fieles que se encuentra en el interior del Santuario entre el Prebisterio y el Camarín, exponente excepcional de la religiosidad popular de la zona.

La fe y la devoción popular a la Virgen de Consolación se ve explícita también en la Romería donde es habitual ver a romeros y romeras que hacen todo el camino con sus pies descalzos, fieles que durante toda la romería llevan a su hijo en brazos por promesa cumplida, o penitentes que suben la escalinata final del camino, antes de entrar en el Santuario, de rodillas. Hay multitud de romeros y romeras que pugnan por llevar en sus hombros la imagen de la Virgen en algún tramo del camino, como por ejemplo las gentes de Villarta que son las que portan a la Virgen desde el Humilladero hasta la carretera de este pueblo que cruza el camino mariano.

En definitiva, un elemento más a tener en cuenta para contextualizar, comprender y valorizar, la fiesta romera de la patrona de Iniesta es, sin duda, la religiosidad y la devoción popular como parte de ese puzzle antropológico en el que encuadrar esta histórica celebración festiva.

Texto y fotografías de Javier Cuéllar Tórtola